2. Domina los contenidos de enseñanza
del currículo y los componentes pedagógicos
y didácticos para el desarrollo de
capacidades intelectuales y de
pensamiento complejo en los
estudiantes de acuerdo con los
Planes y Programas de Estudio
vigentes para la
educación básica.
3. Domina los referentes, funciones
y estructura de su propia lengua
y sus particularidades en cada
una de las asignaturas, con lo que
favorece las competencias
lingüísticas y comunicativas en
los estudiantes.
4. Identifica sus propios procesos de
aprendizaje y los utiliza para
fomentar el aprendizaje
permanente de los estudiantes
(aprender a aprender).
5. Crea ambientes de aprendizaje
en las aulas que incentivan la
curiosidad, la imaginación,
el gusto por el conocimiento,
la creatividad, la autonomía
y el pensamiento crítico en
los estudiantes mediante la
incorporación de innovaciones
educativas, la promoción de
prácticas democráticas y el
uso de diversos recursos
didácticos en sus prácticas
de enseñanza.
6. Contribuye a la formación
de una ciudadanía democrática,
llevando al aula formas de
convivencia y de reflexión
acordes con los principios
y valores de la democracia
y los derechos humanos.
7. Atiende de manera adecuada
la diversidad cultural y lingüística,
estilos de aprendizaje y puntos
de partida de los estudiantes de
manera que valora la individualidad
y potencializa el aprendizaje con
sentido en un contexto de inclusión
y equidad (crea condiciones
para la educación inclusiva).
8. Contribuye al desarrollo
físico, social y emocional
de los estudiantes, reconociendo
la importancia de las distintas
dimensiones del desarrollo
humano, aplicando el mismo
principio en su desarrollo
personal integral.
9. Trabaja en forma colaborativa
y participa en redes académicas
de profesionales de la educación,
para el desarrollo de proyectos de
innovación e investigación educativa
tanto en su propia comunidad
educativa como en otros contextos
y experiencias.
10. Incorpora las tecnologías
de la información y comunicación
en los procesos de formación
profesional y en las prácticas
pedagógicas del aula, que les
permita enfrentar los retos
de las sociedades del
conocimiento.
11. Organiza su propia formación
continua, involucrándose en
procesos de desarrollo personal
y autoformación profesional,
así como en colectivos docentes
de manera permanente,
vinculando a ésta los
que cotidianamente le
ofrece su práctica educativa
12. Domina una segunda lengua
(nacional o extranjera),
que contribuya a sus
posibilidades
de desarrollar actitudes y
prácticas interculturales.